domingo, 17 de noviembre de 2013

EL GENERAL RENÉ COGNY FOTOGRAFIADO POR ROBERT CAPA EN EL INTERIOR DE UN AVIÓN DE ENLACE MORANE-SAULNIER MS-500 CRIQUET EL 24 DE MAYO DE 1954 POCO ANTES DE ATERRIZAR EN NAM DINH (VIETNAM)

José Manuel Serrano Esparza
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El general René Cogny, comandante en jefe de las fuerzas francesas en la zona de Tonkin (Vietnam del Norte), fue fotografiado por Robert Capa en el interior del avión Morane-Saulnier MS-500 Criquet (en el que también iba el corresponsal de Life magazine John Mecklin) durante el viaje de Hanoi a Nam Dinh el 24 de Mayo de 1954.  
                            
                              © Robert Capa / ICP New York

Esta muy significativa fotografía revela fielmente la definición de struggling photographer aplicada por Dirck Halstead al gran fotógrafo de guerra, ya que Capa lucha al máximo en el muy reducido espacio interior de la aeronave captando con maestría al general francés, pensativo y muy preocupado.

René Cogny sabe que la guerra está perdida y que la vida de miles de hombres depende de sus decisiones, ya que desde hace tiempo ha tenido que atender simultáneamente a dos frentes a la vez, al haber sido neutralizada en gran medida la ruta de transporte entre Hanoi y Hai Phong por Nguyen Giap mediante el envío de la División 320ª del Viet Minh, complementada por 14 batallones regionales y tres regimientos autónomos, atacando a la vez el general vietnamita los puestos avanzados galos ubicados en las zonas rurales entre Phu Ly, Nam Dinh, Thai Binh y Thanhn Ne.

Una vez más, la capacidad, sensibilidad y olfato de Capa para percibir y captar los momentos más representativos, con un timing muy preciso al apretar el botón liberador del obturador de su cámara, brilla con luz propia.

Por otra parte, esta imagen no es producto únicamente del acto fotográfico durante la exposición de película de blanco y negro Kodak Super XX High Speed Panchromatic, sino que es fruto de un trabajo exhaustivo previo de observación del personaje, sus movimientos y reacciones dentro de la aeronave por parte de Capa desde el momento mismo del despegue del avión del aeropuerto de Gia Lam en Hanoi, aproximadamente media hora antes.

Además, esta muy interesante fotografía es también relevante porque muestra la perfecta sinergia para tiro a pulso entre:

a) La cámara Contax IIa 



de 1950 (creada por Zeiss Ikon A.G Stuttgart  mejorando la ya de por sí obra maestra de ingeniería óptica y mecánica Contax II de 1936 creada por el ingeniero de Zeiss Hubert Nerwin -primer modelo en incluir telémetro y visor combinados en una ventana única- ) en la que se rediseñó y mejoró notablemente el obturador, sustituyéndose  la tela de conexión de las cortinillas por trenes de engranaje, reduciéndose además el número de piezas y la base de telémetro de 90 mm a 73 mm (con una magnificación de 0.66x y una longitud de base efectiva de 48 mm), lo cual posibilitaba un más cómodo agarre de la cámara.

b) El objetivo Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/2 con revestimiento T antirreflejo de una capa. Dicho recubrimiento T, patentado por Alexander Smakula en Noviembre de 1935, producía imágenes brillantes y de alto contraste y supuso la culminación de doce años de investigación por parte de Carl Zeiss Jena a partir del estudio del prototipo Versuch CZJ 8.5 cm f/1.75 de 1923 encaminados a mejorar la calidad de los objetivos cubriendo la superficie de los elementos ópticos con capas muy delgadas de materiales especiales que mejoraban la transmisión de luz.



c) Un experimentado fotoperiodista que lucha al máximo con su cámara de 35 mm dentro del muy reducido espacio de la aeronave para conseguir la foto, ya que este tipo de avión en condiciones normales sólo puede llevar al piloto y un pasajero, por lo que Capa y John Mecklin (al que ha cedido su plaza Donald M. Winslow, porque no había espacio para un tercer periodista) están muy apretados tras el general, de tal manera que Capa apenas puede moverse.

Y aunque obtener una calidad técnica alta no es la prioridad en este tipo de fotografías fotoperiodísticas, resulta verdaderamente impresionante el poder de resolución alcanzado (obsérvese por ejemplo el excelente detalle en la nariz del general y el extintor) por el objetivo diseñado por el genio Ludwig Bertele veintidós años antes, ya que la foto está hecha a muy corta distancia, probablemente a f/5.6 y desde una posición muy próxima a la distancia mínima de enfoque.


Ello dice mucho en favor del objetivo Carl Zeiss Jena Sonnar 50 mm f/2 T usado por Capa y diseñado por Ludwig Bertele en 1932 de manera totalmente artesanal, empleando muchos miles de horas de trazado manual de los rayos de luz durante las fases de creación, sin ayuda alguna de ordenador ni calculadora electrónica, utilizando únicamente sus impresionantes conocimientos de óptica, física, matemáticas, y de vidrios ópticos existentes entonces, además de un uso extensivo de tablas de logaritmos, dos años antes de que Konrad Zuse iniciara en 1934 la génesis conceptual de los ordenadores digitales, que desembocó dos años más tarde en el Z1 de sesenta y cuatro palabras, cada una de las cuales contenía 22 bits y en el Z2 de 1938, que utilizaba 800 transmisores, consiguiendo crear en 1941 el Z3, primer ordenador electrónico digital del mundo plenamente operativo y en 1946 el Z4, la más sofisticada de sus computadoras digitales (dotada con el revolucionario software Plankalkül basado en lógica aritmética y la aplicación de estados puros al realizar los cálculos numéricos) que fue el embrión del Zuse Z5 de 1951, primer ordenador utilizado por Leica para ayudar al diseño de sus objetivos y dotado de abundantes disyuntores electromecánicos, que permitía obtener una velocidad de diseño de ópticas fotográficas de alta luminosidad y calidad de imagen setenta veces más rápida que con cálculos manuales, gracias a la aceleración con cálculo en coma flotante, lo cual posibilitaba además en gran medida la automatización de mejoras en los diseños ópticos, y el aumento de la capacidad de producción con nuevos vidrios ópticos y mucha mayor rapidez de fabricación, lo cual tuvo como resultado el lanzamiento al mercado fotográfico por Leica del Summicron 50 mm f/2 Version 1 retráctil en 1953, que fue el primer objetivo en incorporar el mítico vidrio óptico LaK9.

Y este fue un punto de inflexión en la historia de las ópticas fotográficas, ya que tanto el Summilux-M 50 mm f/1.4 First Version de 1959 como el Summicron-M 50 mm f/2 Versión 2 (1956-1968), disponible en modelo rigid mount y dual range (con idéntico diseño y reformulados con respecto al Summicron 50 mm f/2 Versión 1 1953-1960 retráctil, aumentando su poder de resolución y contraste, e incrementando además la calidad de imagen a las distancias mínimas de enfoque), fueron posibles gracias a la sinergia entre unos tremendos conocimientos por parte de los ópticos y mecánicos de Leitz y el uso de un ordenador Zuse Z5 ubicado en Wetzlar desde 1952.

Ludwig Bertele, uno de los más grandes diseñadores ópticos de todos los tiempos. Entre sus abundantes logros figuran por méritos propios el legendario objetivo Ernostar f/2 de 1923 (para la cámara de formato medio 6 x 4.5 cm Ernemann Ermanox, que permitió la eclosión del fotoperiodismo ágil y dinámico en interiores con luz disponible por parte de Erich Salomon), el alumbramiento en 1931 del esquema Sonnar (derivado del Ernostar Tipo 2 de 1924 pero caracterizado por una menor cantidad de grupos ópticos, consiguiendo reducir notablemente la dispersión de luz además de generar un superior contraste) que posibilitó la creación de los no menos míticos Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/1.5 de 1932 y Carl Zeiss Jena 5 cm f/2 de 1932, sin olvidar el Carl Zeiss Jena Biogon 3,5 cm f/2.8 de 1935, el Sonnar 180 mm f/2.8 de 1935 y otros, a los que sumó tras la Segunda Guerra Mundial extraordinarios objetivos angulares fotogramétricos como el Aviogón de gran formato y ángulo de 90º de cobertura de 1950, el Super Aviogón de gran formato y 120º de cobertura de 1956, el Biogon 38 mm f/4.5  para Hasselblad de formato medio 6 x 6 cm y muchos otros.

Todo ello demuestra en mi opinión claramente que el diseño por parte de Ludwig Bertele tanto del Carl Zeiss Jena Sonnar 50 mm  f/2 de 6 elementos en 3 grupos (utilizado por Capa para hacer la foto del general Cogny dentro del avión) como el Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/1.5 de 7 elementos en 3 grupos constituyen una de las mayores proezas en la historia de la óptica, ya que fueron creados con parámetros de diseño y constructivos 100% manuales, sin ayuda de ordenadores ni programa informático alguno, sin superficies asféricas, y un trabajo ímprobo de tres años, iniciado en 1929 y culminado en 1932, hace nada menos que ochenta y un años.

De hecho, ambos objetivos son excelentes incluso para los muy exigentes standards cualitativos de hoy en día en que proliferan los objetivos en cuya fórmula óptica hay distintos elementos asféricos y se dispone de potentísimos ordenadores con programas de software de enorme sofisticación, si bien el factor clave a la hora de diseñar objetivos ultraluminosos de referencia en distintas focales sigue siendo los toques personales que aporten los mejores diseñadores ópticos basándose en su experiencia.

No sorprende pues el hecho incuestionable de que durante nada menos que veintidós años, entre 1932 y 1954, los objetivos de alta luminosidad para cámaras fotográficas formato 24 x 36 mm fabricados por Carl Zeiss (que contaba con diseñadores ópticos de primerísimo nivel como Carl Paul Goerz, Willy Merté, Robert Richter, Sylvester Hubert, el propio Ludwig Bertele y otros) fueron con diferencia los referentes mundiales cualitativos (sobre todo el extraordinario para la época Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/1.5 y los excelentes Carl Zeiss Jena Sonnar 5 cm f/2, Carl Zeiss Jena Tessar 50 mm f/2.8 de 1932 y Carl Zeiss Jena Sonnar 85 mm f/2 - tanto en su versión de 6 elementos en 3 grupos anterior a la II Guerra Mundial como en la de 7 elementos en 3 grupos lanzada al mercado en 1951-, sin olvidar el Biogon 35 mm f/2.8 de 1937 de 5 elementos en 3 grupos y el Topogon 25 mm f/4 de 1950 de 4 elementos en 4 grupos), hasta tal punto que de todos los objetivos con montura de rosca producidos por Leica entre mediados de los años veinte y 1954, únicamente el Leitz Elmar 5 cm f/3.5 diseñado por Max Berek podía competir con Carl Zeiss en el ámbito de las ópticas standard, si bien con mucha menor luminosidad.

La fotografía que Capa le hace al general Cogny dentro del avión Morane-Saulnier MS-500 se corresponde sincrónicamente con un año de inflexión en la evolución óptica y mecánica de los objetivos ultraluminosos de 50 mm, que han sido y siguen siendo considerados el patrón de cada marca y es un buen ejemplo de la adecuación de la formidable simbiosis entre una cámara telemétrica de 35 mm sin espejo basculante, una soberbia óptica standard no retrofoco construida sin compromisos cualitativos de ningún tipo y un experimentado fotógrafo de guerra como Capa para llevar a cabo la misión con la que fueron creadas: la captación de grandes imágenes, incluso en las condiciones más extremas. 

En este sentido, pese a que había abundante luz natural disponible en el interior de la cabina de la aeronave merced a su diseño de carlinga transparente optimizada para labores de reconocimiento, lo cual permitía poder cerrar el diafragma en el rango f/5.6-f/11 sin problemas, las circunstancias para Capa no eran favorables a la hora de realizar esta fotografía: tuvo que trabajar muy cerca de la distancia mínima de enfoque de la cámara, apenas disponía de espacio para poder mover los brazos, debido a que estaba tras el general Cogny, muy apretado junto a John Mecklin, y el ligero traqueteo producido por el motor Argus As 10 de ocho cilindros en V y 240 caballos de potencia, refrigerado por aire, del aparato STOL Morane Saulnier MS-500 Criquet de enlace (que es esencialmente un Fieseler FI 156 Storch con alas de aluminio) generaba riesgo de trepidación o desenfoque, pero la muy amplia base de telémetro de 73 mm de la Contax IIa que permite un enfoque muy preciso, la ausencia de espejo basculante, el equilibrio de masas del cuerpo de cámara y sobre todo la lucha y experiencia del fotógrafo por conseguir la imagen, superan las dificultades.

De hecho, durante su carrera como fotógrafo profesional Capa ya había hecho otras muchas excelentes fotografías desde una distancia enormemente próxima, sorprendiendo a las personas captadas, como por ejemplo el Primer Plano de Tres Trabajadores, Dos con Boina y uno con Bigote y Sombrero en Saint Ouen durante la Huelga de Brazos Caídos en la Fábrica de la Empresa de Construcción Lavalette en Mayo de 1936; Un Partidario del Gobierno del Frente Popular en París en 1936, que lleva gafas y sombrero, captado por Capa de cuello para arriba a bocajarro mientras levanta el puño derecho y sale algo desenfocado, plasmando además el puño izquierdo de otro manifestante ubicado a la izquierda, detrás de él, y en el que sitúa el foco, confiriendo un enorme dramatismo a la escena; Ernest Hemingway en Sun Valley (Idaho) Leyendo Unos Textos Mecanografiados Con Un Lápiz en su Mano Derecha y Luz que Entra por Una Ventana en Octubre de 1941; un Paracaidista Alemán Capturado por las Tropas Estadounidenses al Sur de Bastogne (Bélgica) el 23-26 de Diciembre de 1944 (lleva guantes en las manos, se ve nieve al fondo, y es captado por sorpresa de pecho para arriba); la foto hecha dentro de un avión de la 17ª División Aérea de Estados Unidos a tres paracaidistas norteamericanos el 24 de marzo de 1945 pocos minutos antes de lanzarse sobre la ciudad alemana de Wesel; Dos Muchachos Judíos durante el Primer Oficio de Rosh Hashanah celebrado en una Sinagoga de la Ciudad de Berlín el 7 de Septiembre de 1945 (Capa está justo delante de ellos y les capta por sorpresa disparando a f/2.8 y una velocidad baja de obturación mientras ambos se hallan leyendo con atención la Torah – el que está situado a la derecha de la imagen señala un pasaje del texto con el dedo índice de su mano izquierda, mientras el ubicado a la izquierda, también muy concentrado, tiene el anverso de su mano derecha apoyado en la barbilla y boca, quedando el libro fuera de foco y la boina del chico de la izquierda ligeramente desenfocada); Pablo Picasso y su hijo Claude en Golfe-Juan, Francia, en Agosto de 1948, en la que sorprende al pintor entusiasmado mientras juega con el niño sonriente al que sujeta con ambas manos, plasmando Capa con maestría el gesto embelesado y repleto de pasión del progenitor, realzado por varias venas de su cuello que aparecen hinchadas justo en ese momento.

Ni que decir tiene que Capa habría hecho la foto del general Cogny aunque hubiera tenido una Kodak Brownie de 1900 con menisco, porque nació para conseguir la foto



© José Manuel Serrano Esparza