domingo, 18 de enero de 2009

MAGNUM´S FIRST: ELEGIDOS PARA LA GLORIA (Primera Parte)

Texto y Fotos Indicadas: José Manuel Serrano Esparza Viena (Austria). 6-5-2008. Publicado en Revista Film und Foto Número 2. Año 2008

Gran cartel a la entrada de Westlicht Gallery, informando sobre la histórica Exposición Magnum´s First. Foto: José Manuel Serrano Esparza.

Entre el 8 de Abril y el 18 de Mayo de 2008, tuvo lugar en la Westlicht Schauplatz für Fotografie de Viena, Austria (la más importante sala de subastas y museo de fotografía del mundo, así como epicentro de frecuentes exposiciones fotográficas del más alto nivel en el ámbito internacional), la histórica exhibición fotográfica “Magnum´s First”, que ha sido sin duda una de las muestras más importantes en toda la historia de la fotografía, dejando una huella indeleble y un muy grato recuerdo entre todos los amantes de la fotografía que tuvieron ocasión de estar presentes en directo viendo de cerca este auténtico tesoro de imágenes correspondientes a los albores de la Agencia Mágnum, que hemos podido disfrutar medio siglo después gracias a los esfuerzos de Peter Coeln, Erich Lessing, el Prof.
Achim Heine, Andrea Holzherr, el Dr. Christoph Schaden y la Curator de la exposición Martina Montecuccoli.



La exposición de extraordinarias fotografías en blanco y negro, estaba constituída por nada menos que 83 copias vintage de altísima calidad y tamaño DIN A 4, realizadas de modo artesanal en cuarto oscuro en 1955 a partir de negativos originales de imágenes captadas por ocho legendarios fotógrafos de la Agencia Magnum: Werner Bischof, Henri Cartier-Bresson, Robert Capa, Ernst Haas, Erich Lessing, Jean Marquis, Inge Morath y Marc Riboud, una colección que ya recorrió cinco ciudades autríacas entre Junio de 1955 y Febrero de 1956 formando una exposición itinerante que tuvo el título de Magnum Photo Gesicht der Zeit ( Face of Time) y que estuvo presente en el Instituto Francés de Innsbruck en Junio y Julio de 1955; en la Galería Würthle de Viena a finales de septiembre de 1955; en el Palais Thurn und Taxis de la Künstlerhaus Bregenz entre el 1 y el 16 de Octubre de 1955; en el Joanneum de Graz entre el 21 de Enero y el 5 de febrero de 1956; y poco después, casi con certeza en la Neue Galerie de Linz, que entregó de nuevo las obras al Instituto Francés de Innsbruck el 17 de febrero de 1956.

Se pensaba que la primera exposición de obras de fotógrafos de Magnum fue la que tuvo lugar durante la Photokina Köln de 1956 con L. Fritz Gruber como curator, pero el reciente hallazgo de este gran legado visual permite afirmar con rotundidad que Gesicht der Seit fue la primera exhibición de fotografías de la Agencia Magnum celebrada en el mundo, con todo lo que ello conlleva.

Durante 52 años, este tesoro se dio por desaparecido, pero recientemente fue hallado por casualidad en el sótano del Instituto Cultural Francés de Innsbruck, donde en 1956 una persona desconocida empaquetó con gran cuidado las 83 copias vintage, montadas en cartón de fibra (junto con el texto de presentación de la citada exhibición de 1955 y 1956 y un poster de la misma) e introdujo todo en dos embalajes de tablas.

Imposible describir con palabras y de modo preciso el cúmulo de sensaciones, emociones al borde de lo incontenible, recuerdos imborrables y fruición fotográfica vividos, ya que se trata de ocho reportajes fotoperiodísticos claramente entre la crème de la crème de los mejores de todos los tiempos, dándose además la circunstancia de que pertenecen a una época gloriosa de la historia de la fotografía en la que coexisten las cámaras telemétricas Leica y Contax con sus ópticas fabricadas sin compromisos y la fuerza emergente de Nikon, que con sus soberbias rangefinders Nippon Kogaku en gran medida ha alcanzado desde 1950 ( y a veces incluso superado en la calidad de algunas de sus ópticas, tal y como se demostró en la Guerra de Korea) el nivel cualitativo de las cámaras fotográficas y objetivos alemanes, los claros dominadores de la industria fotográfica del formato 35 mm desde la invención de la Leica Ur por Oskar Barnack en 1913 y la consolidación del standard a partir de la Feria Fotográfica de Leipzig de 1925, algo que continuará hasta aproximadamente finales de los años cincuenta en que Nikon toma el mando de la industria fotográfica mundial con el modelo SLR Nikon F de 1959.

En nuestra opinión, para cualquier aficionado o profesional de la fotografía, probablemente la palabra que más se aproximaría a resumir lo que fue la Exhibición Fotográfica Magnum´s First que tuvo lugar en el interior de la Schauplatz für Fotografie de Viena, sería sin duda: El Nirvana Fotográfico, ya que además, las copias vintage de cada autor estaban sabiamente ubicadas de modo correlativo en el tiempo, narrando historias.

Zona de inicio de Magnum´s First. Interior de Westlicht Gallery. Foto: José Manuel Serrano Esparza.

Es decir, se trata de fotoperiodismo diacrónico referencial del máximo nivel, realizado por grandísimos fotógrafos de merecida fama universal, que supieron comprender desde un principio el tremendo poder de las imágenes generadas por ellos mismos con su mirada fotográfica, la captación de momentos especiales, la proximidad a la acción, la empatía previa durante meses y frecuentemente años con las personas a las que iban a fotografiar y un largo etcétera, sin olvidar su maestría utilizando las míticas cámaras de visor directo Leica y Contax (con sus soberbias ópticas de la época que obtenían y obtienen una fabulosa estética vintage al positivar en papel, pese a que su poder de resolución y nitidez era inferior a los objetivos high end actuales y a pesar de que las películas químicas de blanco y negro de los años cincuenta presentaban unos niveles de grano apreciablemente mayores que las modernas emulsiones de blanco y negro de tecnología superavanzada) así como algunas Rolleiflex de formato medio 6 x 6 utilizadas por este colosal elenco de fotógrafos de la Agencia Magnum, que dedicaron su vida a intentar conseguir las mejores imágenes posibles, lo cual en gran medida lograron, brindándonos excepcionales documentos gráficos de incalculable valor histórico y artístico que podemos paladear en la actualidad, además de percibir claramente su carácter atemporal.

No hay que olvidar tampoco que la inmensa mayoría de estas grandiosas fotografías aparecieron en diferentes reportajes de la famosa revista Life en su época de mayor esplendor durante finales de los años cuarenta y toda la década de los cincuenta.

Veamos pues con mayor detalle cual fue el contenido de esta maravillosa exposición fotográfica Magnum´s First.

WERNER BISCHOF
7 imágenes realizadas por este gran fotógrafo formaron parte de la exposición, a saber:
- “ Niño llorando”. Hajduhadhaza (Hungría). 1947
- “ Templo Meiji ”. Tokio (Japón).1951
- “ Estanque Iris ”. Kyoto (Japón) . 1951
- “ La bailarina Anjali Hora ”. Bombay (India). 1951
- “ Camboya “. 1952
- “ De Camino a Cuzco “ (Perú). 1954
- “Pueblo cerca de Machu Picchu “ (Perú). 1954

Serie fabulosa, conceptuada por unanimidad entre lo mejor en la historia del fotoperiodismo mundial. Bischof, grandísimo fotógrafo con muy profundos conocimientos artísticos y notable experiencia en fotografía de estudio, se hizo célebre en 1945 gracias a su extraordinario reportaje sobre la devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial. En 1948 fotografió los Juegos Olímpicos de Invierno en St Moritz para la revista Life. Poco después, hizo reportajes en Europa del Este, Finlandia, Suecia y Dinamarca, trabajando para las publicaciones Picture Post, The Observer, Illustrated y Epoca, uniéndose a Magnum en 1949.

En estas siete imágenes, percibimos claramente a un Werner Bischof que ha encontrado en el fotoperiodismo su senda vital, dedicándose a crear unas bellísimas imágenes con extraordinario nivel de perfección técnica y compositiva, incluso en las circunstancias más extremas (por ejemplo durante la realización de su reportaje sobre la hambruna en Bihar, India, en 1951 para la revista Life) complementadas por un humanismo y buen gusto exquisitos, así como un profundo respeto por las personas fotografiadas.

El maestro suizo, usuario tanto de Leica telemétrica como de Rolleiflex de formato medio 6 x 6 cm, genera auténticas obras maestras con su admirable mirada fotográfica, buscando siempre momentos vivos e imprevisibles de especial singularidad, todo ello enmarcado por su sensibilidad ante la perfección técnica, la composición con la luz y la construcción formal de las imágenes.

En esta exposición, de las siete fotografías de Bischof, cinco son en formato medio 6 x 6 cm y están consideradas entre lo mejor jamás creado en este standard:

© Werner Bischof / Magnum Photos.

La fotografía del niño húngaro llorando en Hajduhadhaza ( Hungría) es un prodigio de sensibilidad y alta calidad fotográfica pura y dura, con un resultado asombrosamente creíble y natural, si tenemos en cuenta que se trata de una imagen obtenida a bocajarro, llenando el fotograma únicamente con la cabeza y cuello del muchacho, que llora desconsolado, cayéndole sendas lágrimas por ambas mejillas así como una tercera por su labio inferior.

© Werner Bischof / Magnum Photos.

La maravillosa fotografía de los monjes sintoístas con ropa de color blanco caminando con paraguas junto al antiguo templo Meiji de Tokio (Japón) en medio de una copiosa nevada. Es sin duda una de las obras cumbre en la historia de la fotografía mundial. Algo bellísimo, sublime. Bischof crea una especie de paisaje viviente imbuido de una precisión formal compositiva incomparable, utilizando magistralmente la luz natural, obteniendo múltiples detalles y delicadísimas transiciones y matices de escala de grises y explotando al máximo las capacidades del formato medio cuadrado. Blancos puros a más no poder en la nieve del suelo, techo del templo y copas de los árboles. Nos hallamos ante un histórico monstruo de la fotografía.

© Werner Bischof / Magnum Photos.
La famosa imagen del muchacho peruano caminando junto a un precipicio de los Andes mientras toca la flauta, es otro conocido icono fotográfico atemporal. El magnífico detalle del ropaje indígena del chico, de su sombrero típico, la captación de la textura intrincada del saco que lleva a su espalda, la sensación de volumen de su mano derecha, la musculatura fibrosa de sus pantorrillas, etc, así como el fino bokeh de la zona montañosa y los cultivos ubicados en su falda nos indican claramente que se trata de una fotografía de muy altos vuelos.

© Werner Bischof / Magnum Photos.

La foto tomada en Camboya, igualmente célebre, muestra a un labrador protegiéndose del sol mediante un exótico protector fabricado por él mismo junto a dos vacas. La calidad de esta copia vintage hecha en 1955 es excelente, con muy fina gradación high key y low key desde los blancos más extremos de la zona central del fotograma hasta los negros más profundos del campesino en sombra, sin olvidar la ausencia de profundidad de campo de la hierba en primer término en el borde inferior del negativo de blanco y negro. Soberbio el trabajo artesanal por parte del printista con los encuadres y reservas hasta dejar la copia en papel fotográfico de blanco y negro en su punto óptimo de interpretación del momento. Además, el ángulo muy bajo de toma por parte de Bischof, confiere a la imagen un impacto y originalidad palpables.

© Werner Bischof / Magnum Photos.

La foto titulada Estanque Iris y realizada en Kyoto (Japón) es un ejemplo vívido de cómo un buen fotógrafo puede convertir objetos o cosas cotidianas en imágenes excepcionales. Y en este caso, Bischof sublima once cilindros de piedra, planos en su mitad superior, y ubicados sobre el agua, consiguiendo una espléndida fotografía en la que algo conceptuado como muy normal y rutinario cobra un especial protagonismo y vida en la mente, corazón y mirada fotográfica de Werner Bischof, eminente creador de imágenes. Espectacular en grado sumo la sensación de volumen aportada a los citados cilindros de piedra (cuya zona superior lisa y lateral derecha rugosa se encuentran en la frontera aceptable de las altas luces, pero sin llegar a transgredirlas), realzados sobremanera por la zona no iluminada de cada uno de ellos en su mitad inferior izquierda y la pequeña sombra semicircular que proyectan sobre el agua, sin olvidar los bellos reflejos sobre la misma de los árboles circundantes e incluso de algunas nubes sobre la mitad inferior derecha del fotograma de blanco y negro 6 x 6 cm.

Las dos fotos tomadas por Bischof con Leica telemétrica de 35 mm son:

© Werner Bischof / Magnum Photos.

Pequeño Pueblo cerca de Macchu Picchu, donde aparecen dos campesinas peruanas y una llama fotografiados de espaldas y dirigiéndose hacia una aldea, cuyas casas visibles al fondo y levemente desenfocadas, constituyen una composición espléndida, realzada por los techos de paja.

© Werner Bischof / Magnum Photos.

La Bailarina Anjali Hora. Foto hecha en Bombay (India). Maravillosas las texturas y pliegues captados en la ropa de la mujer, con luces y sombras de ensueño mostradas en todo su esplendor. Es un momento mágico del cual Bischof es testigo. La danzarina se halla inclinada hacia adelante rezando o en actitud introspectiva y perpendicular a una cama sobre la que se apoya. Su tocado y peine descansan sobre la sábana que muestra toda la gama imaginable de blancos sin llegar nunca a quemar las altas luces. Los negros tanto de la parte superior de la larga cabellera como de las zonas del ropaje en sombra son tremendamente ricos y profundos, destacando también el realismo de los soportes de hierro forjado a ambos lados, con sus barras desgastadas y ornamentos repujados.

MARC RIBOUD
10 fotografías realizadas en Dalmacia (ex Yugoslavia) en 1951.
- “ Mujeres segando en el Valle de Cetina “ ( Dalmacia ). 1951
- “ Mujer Hilando ”. Dalmacia . 1951
- “ Mercado de Ganado ”. Vrlika (Dalmacia) . 1951
- “ Barco transbordador de Split a Tragir” (Dalmacia) . 1951
- “ Valle de Cetina”. Dalmacia. 1951
- “ Vrlika, Dalmacia ”. 1951
- “ Granjero ”. Dalmacia. 1951
- “ Trabajador llevando grandes tablas de madera sobre sus hombros ”. Dubrovnik, Dalmacia. 1951
- “ Antigua calle estrecha de Dubrovnik ”. Dalmacia .1951
- “ Retrato de Tito “. Dalmacia. 1951

Riboud siempre se distinguió por ser un especialista en la creación de poderosas imágenes con composiciones fuertes y gráficas, habitualmente acompañadas de compasión y humanidad, una visión conmovedora hasta en sus más recónditos detalles. Su sentido del equilibrio y de la luz hace que su mirada fotográfica sea muy dinámica, siempre con el elemento humano como protagonista principal. No emite juicios de valor, sino que se limita a captar lo que tiene delante de su cámara, fotografiando tanto momentos privados como concentraciones de personas, plasmando gestos, atmósferas especiales y sobre todo la esencia de los seres humanos a los que fotografía, no como a ellos les gustaría ser recordados, sino tal y como aparecen ante él en una amplísima producción fotográfica que le llevaría entre 1955 y 1960 a Oriente Medio, China, Nepal, Extremo Oriente, India, Unión Soviética y a cubrir un viaje en coche entre Alaska y México; entre 1960 y 1970 a hacer reportajes de los habitantes de Argelia, China, Vietnam del Norte y del Sur y Camboya; y entre 1970 y 1980 regresaría a Oriente Medio, Extremo Oriente y haría reportajes en Polonia y Checoslovaquia, habiendo trabajado también como fotorreportero en Francia e Irán.

Visitante contemplando la serie de Marc Riboud. Interior de Westlicht Gallery. Foto: José Manuel Serrano Esparza.

Definido frecuentemente como un hombre del mundo con ojo poético, Marc Riboud ha sido testigo tanto de las atrocidades de la guerra en diversos conflictos bélicos (especialmente la Guerra del Vietnam y algunas contiendas de Sudamérica) como de escenas cotidianas de la vida de diversas gentes y culturas por toda la geografía mundial, consiguiendo que sus fotografías destaquen por su frecuente espontaneidad y una inefable simbiosis entre humanismo y formalismo, siempre a la búsqueda de esos momentos y matices que distinguen a una fotografía ordinaria de otra extraordinaria.

Para Riboud, la autenticidad es un importante activo del fotorreportero conceptuado como viajero existencial.

Su serie de diez fotografías realizadas en Dalmacia ( ocho en zona rural y tres en la ciudad de Dubrovnik) responde plenamente a los citados esquemas:

© Marc Riboud / Magnum Photos.

Primeramente, vemos una imagen con dos mujeres segando en un campo de trigo en mitad de un paisaje dominado por montañas de fondo en el Valle de Cetina. Se aprecia algo de viñeteado en ambos extremos superiores del fotograma, pero no importa en absoluto. Riboud nos muestra de modo vívido las duras condiciones de la posguerra, que obligaban a las mujeres a colaborar en las tareas del campo para la subsistencia de las familias, en este caso en la dura labor de siega con la hoz. Excelente el realismo obtenido en los pliegues de su ropa así como en el pañuelo de la mujer de la izquierda.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

A continuación, vemos a una mujer vestida con traje típico e hilando en un pequeño pueblo de Dalmacia, mientras otras tres charlan en la puerta de acceso a una casa. Marc Riboud capta un momento especial en el que la mujer se halla ensimismada pensando en algo a la vez que realiza su labor de hilado. Excelente la traducción de la filigrana artesanal en el brocado de su camisa, así como su textura. Gran pureza de los blancos en mangas y tocado.

La baja velocidad de obturación seleccionada hace que la zona más próxima al ovillo del cordel largo sujeto con ambas manos, la mano derecha de la mujer y la madeja (todo ello en la mitad inferior izquierda del fotograma) aparezcan trémulos, con lo cual se plasma el dinamismo de la acción. Notable fidelidad en las rugosidades y mellas de la pared del fondo, en perfecta sinergia con una loable plasmación de los grises medios.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

La siguiente fotografía corresponde al mercado de ganado de la villa rural de Vrlica y apreciamos dos personajes que dominan la escena: un anciano pensativo sentado a la izquierda del fotograma que mira a la cámara y a su derecha un muchacho de pie que lleva atadas dos cabras con cuerdas en su mano izquierda, mientras que en la derecha agarra una rama que mueve para mitigar el tedio.

Al fondo de la imagen, en la mitad superior izquierda y ligeramente desenfocados, se distinguen un chico sentado con boina y varias mujeres, mientras que en la zona más a la derecha del encuadre vemos otro anciano sentado fumando en pipa junto a más cabras.

Maravillosa sutileza en la paulatina transición de los planos de nitidez desde la zona en foco en primer término, ocupada por los dos personajes principales y sendas cabras, hasta las zonas levemente desenfocadas en las que se hallan otras personas y animales sentados junto a una pared tras ellos.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

Pronto observamos una cuarta imagen en la que Marc Riboud ha sorprendido a dos mujeres sentadas cruzando en un ferry desde la ciudad de Split a Tragir. Una de ellas, se halla meditando con la mano izquierda en la barbilla, mientras la que está justo detrás de ella, muy fatigada, intenta dormir y tiene una mano apoyada en su mejilla izquierda y parte de la frente. Sensacional el nivel de detalle en las vetas de la madera y la rica gama de negros de la mujer más próxima al fotógrafo. Riboud también nos indica el duro caminar previo de ambas mujeres hasta llegar al embarcadero, dejándonos atisbar el zapato derecho de la más próxima a la cámara, lleno de polvo y suciedad.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

Una nueva fotografía nos muestra a dos jóvenes pastoras y un niño pequeño conduciendo un rebaño de cabras a través de un camino, en dirección hacia el fotógrafo que se halla justo delante de ellos, mientras dos hombres en la zona más a la izquierda del área central del fotograma caminan en sentido opuesto. La imagen está captada en un punto del Valle de Cetina muy próximo al lugar de la primera foto de las dos mujeres segando, aproximadamente 300 metros más atrás y a la izquierda. Las dos chicas han sido captadas por sorpresa mientras miran el campo de trigo a la derecha del fotograma (una de ellas se pone la mano sobre la frente para evitar los rayos solares), al tiempo que el niño las mira. Espectacular la calidad de luz de esta imagen.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

La siguiente foto corresponde de nuevo al pueblo de Vrlika, y en esta ocasión vemos a una mujer vestida con traje típico y a un joven a su lado, ajustando ambos la carga de su mulo, mientras un tercer muchacho junto al cual hay un caballo, les observa desde cerca. Tras ellos hay una antigua edificación de piedra. Un árbol negro de estrecho tronco y ramas se yergue a su derecha junto a un pequeño cercado de piedras y en el horizonte se divisa un bello paisaje de campiña con sus caminos y árboles de distintos tipos, al tiempo que se vislumbran también las casas de un pueblo y las montañas, todo ello enmarcado por densas nubes blancas que ocupan la mitad superior derecha del fotograma. Copia vintage de superélite, con plasmación integral de toda la gama de grises imaginable y sublime sutileza en el intervalo tonal. Dan ganas de tocar la piedra, los negros del delgado árbol a la derecha y de parte de otro árbol tapado casi por completo detrás de la casa, son sencillamente majestuosos, ricos y profundos a más no poder, y la finísima traducción de la gradación de blancos de las nubes son un auténtico deleite para cualquier entusiasta o profesional del Fine Art.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

A continuación contemplamos el retrato de un granjero que mira fijamente a Marc Riboud mientras agarra una vara delgada con sus dos manos y la dobla por detrás de su cabeza. El rostro del hombre aparece curtido por el duro trabajo y las inclemencias del tiempo. De nuevo el grano de la emulsión es algo visible, sobre todo en el rostro del protagonista, pero no importa en absoluto, es muy estético y la gama de grises en ropa y zonas descubiertas de la piel del granjero es excelente, así como la acutancia o sensación de nitidez, producto del irreprochable equilibrio entre el poder de resolución real, grano y contraste de la emulsión química clásica de blanco y negro de la época, con elevadas cantidades de haluros de plata.

El bokeh es magnífico, tanto en la zona derecha del fotograma donde aparecen dos mujeres ataviadas con pañuelos y ligeramente desenfocadas como sobre todo en la zona de altas luces de la mitad superior izquierda de la imagen enmarcada por la hojas de un árbol. Muy buena la traducción de las texturas, dibujos y remendones del desgastado jersey, sin olvidar la fidelidad en la reproducción del metal de la cadena colgada de su hombro izquierdo.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

La octava fotografía, muy famosa y con abundante profundidad de campo, muestra una calle de la ciudad de Dubrovnik en sentido longitudinal y con un claro protagonista: el trabajador situado en la mitad inferior izquierda del fotograma y que lleva varias tablas de madera sobre sus hombros. La fotografía está tomada en formato vertical y desde una posición algo elevada, destacando también las losetas del suelo en primer término, un pequeño carro de transporte de mercancías y varias personas que caminan también cuesta arriba en la misma dirección que el obrero más próximo al fotógrafo. Asimismo, se distinguen diversas viviendas a ambos lados, con sus portales de acceso y abundante cantidad de gente al final de la cuesta, en la mitad superior de la imagen.

Copia vintage extraordinaria, ya que la fotografía está tomada a pleno sol, con muy fuertes contrastes, contraluces que oscurecen la cara del hombre con ropa oscura que camina con la mano izquierda en el bolsillo así como la del niño que va algunos metros por detrás de él y predominio de zona high key, con algunas áreas, sobre todo en la porción central de la fotografía, próximas a la tiza y al límite de lo tolerable para que las altas luces muestren detalle, algo que se consigue con maestría.

Pero es que además de esta muy buena separación de las altas luces, cabe subrayar que los puntos más en el extremo low key como la pierna derecha del trabajador que lleva las tablas de madera sobre sus hombros, la rueda pequeña del carro, el cuerpo totalmente oscuro de la mujer que camina cuesta arriba en la mitad superior del fotograma, el pantalón corto del chico y algunos portales y ventanas, aparecen con un considerable nivel de detalle teniendo en cuenta las circunstancias. Maravillosa una vez más la gran latitud de la emulsión química de blanco y negro clásica y elevadas cantidades de sales de plata, superior en este aspecto a las modernas emulsiones de alta tecnología y grano tabular.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

En la novena fotografía, vemos una antigua calle estrecha de Dubrovnik con sus paredes muy desgastadas y ropa blanca tendida en cuerdas en la parte superior del fotograma. En primer plano a la derecha, un hombre está subiendo la pequeña escalera de piedra de acceso a su vivienda y mira al fotógrafo en el momento en que éste presiona el botón liberador del obturador de su cámara, girándose ligeramente a la derecha, movimiento que hace que ambos brazos aparezcan desenfocados (sobre todo el derecho, captado trémulo) y aportando sensación motriz, debido a la gran profundidad de campo producto de la baja velocidad de obturación.

Un segundo hombre, con camisa a rayas, en mitad de la imagen algo a la derecha, sube otra escalera de piedra de acceso a su morada y un tercero se halla probablemente mirando al fotógrafo y algo dubitativo por miedo a aparecer en la foto. Entretanto, un gato situado en primer plano a la izquierda está atento a los acontecimientos. Escena tomada en verano a pleno sol, con muy fuertes luces y sombras, marcados contrastes y poderosos contraluces.

Otra excelente copia vintage, obteniendo muy buen detalle tanto en ambos extremos de la escala de grises como en las zonas intermedias. Es un ejemplo muy claro de otra faceta en la que las películas químicas clásicas de blanco y negro superan en la mayoría de los casos (siendo la única excepción en este sentido la fabulosa Fuji Acros 100) a las emulsiones modernas: la gran facilidad de revelado con amplísima gama tonal.

© Marc Riboud / Magnum Photos.

La última fotografía de la serie es una de las más espectaculares de Marc Riboud: un hombre se dispone a abrir la gran puerta de acceso a una vivienda llevando un enorme retrato del Mariscal Tito, que oculta la totalidad de su cuerpo, con excepción de la mitad inferior de las piernas y sus zapatos. Es una imagen tremendamente original y exótica. Soberbio nivel de detalle en la traducción de la textura y vetas de la madera de la parte baja de la puerta, la desconchada piedra de ambas paredes circundantes , sendos peldaños y suelo.

Se aprecia algo de viñeteado en ambos extremos inferiores del fotograma, pero no importa en absoluto. Negros de ensueño, profundos y densos a más no poder en la zona central de la puerta, con encomiable nivel de detalle. Un lujo.

Visitante contemplando la serie de Ernst Haas. Interior de Westlicht Gallery. Foto: José Manuel Serrano Esparza.

ERNST HAAS
13 fotografías en blanco y negro que el gran fotógrafo austríaco llevó a cabo durante el rodaje de la película Tierra de Faraones, dirigida por Howard Hawks en 1954.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

Sin duda, uno de los platos fuertes de la Exposición Magnum´s First y auténtica delicia para sibaritas de la fotografía, ya que este impresionante fotorreportaje fue realizado en exteriores bajo las condiciones más duras imaginables junto a las canteras de Aswan: temperaturas elevadísimas, tormentas de arena, condiciones lumínicas variables, emulsiones alteradas por el tremendo calor, polvo que entraba constantemente en los cuerpos de cámara, ópticas que había que limpiar cada minuto con sumo cuidado para no rayar el elemento frontal del objetivo con el fino polvo de arena del desierto, acentuados contraluces, etc.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

Ernst Haas, quizá el mayor experto en fotografía en color de la historia y profundísimo investigador de las películas Kodachrome y todo tipo de emulsiones químicas polícromas (comenzó en 1949 con la Kodak I de iso 12), así como científico de la fotografía de movimiento taurina, de naturaleza y deportiva (aportando nuevo significado a objetos y siluetas, además de incursionar en la plasmación multicromática hiperreal de las experiencias oníricas), autor de famosos reportajes en color para Life, Vogue, Der Stern, Geo, Esquire, Look, Holiday, Paris Match, etc, además de haber realizado fotografía de escenas en célebres películas como El Tercer Hombre, The Misfits, West Side Story, Pequeño Gran Hombre, etc, comenzó su carrera fotográfica con su famoso reportaje sobre los prisioneros de guerra austríacos volviendo con sus familias tras las Segunda Guerra Mundial.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

En esta fantástica serie monocroma con imágenes de escenas de la película Tierra de Faraones, correspondiente a la época de sus inicios profesionales, Ernst Haas deja su inconfundible sello, intentando plasmar con la mayor verosimilitud posible la esencia de una ancestral cultura milenaria desaparecida, verificando la máxima de que mediante la fotografía puede revelarse todo un universo dentro de un universo a través de una interacción de ideas.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

Vemos fotografías a cual más impresionante: extras egipcios trabajando la piedra en las canteras; miles de hombres tirando con cuerdas de enormes bloques de granito cortados con precisión para construir las pirámides; el ejército del faraón portando lanzas y grandes escudos avanzando por el desierto y flanqueado por jinetes sobre dromedarios; espectaculares imágenes tomadas desde posición elevada en la que se aprecian los gigantescos bloques de piedra desgajados uno por uno de la roca madre y deslizados mediante ciclópea obra de ingeniería de la época y todo tipo de poleas y aparejos, mientras inmensas cantidades de hombres trabajan la roca viva con picos; transporte de los colosales bloques de granito en falúas a través del Nilo y arrastre por tierra hasta la zona en que se construyen las pirámides; obreros descansando en mitad de una tormenta de arena; trabajadores exhaustos durmiendo apiñados y cubiertos de polvo; tamborileros y trompeteros del ejército del faraón marchando junto a las pirámides recién acabadas e interpretando música para celebrarlo mientras el grueso de las tropas avanzan tras ellos; Howard Hawks dando instrucciones a los extras mientras un policía egipcio a caballo contempla la escena y un caballo es captado por Haas en bello escorzo levantando su pata izquierda; grandes sombrillas para protegerse del sol y la arena con una pirámide escalonada que se distingue en el horizonte; trabajadores descansando junto a las escaleras de acceso a una cantera de piedra; y la famosa fotografía de los tres muchachos durmiendo sobre la arena del desierto bajo un techo que les tapa, a través del cual penetran varios rayos de luz que inciden sobre sus cuerpos.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

Haas no está interesado en fotografiar cosas nuevas, sino en ver cosas nuevas.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

Un contexto megalómano captado con singular pericia por Ernst Hass, un genio de la fotografía de auténtica talla mundial, que siempre trabajó a gran altura, no sólo en el ámbito de la fotografía en color sino también en el de blanco y negro, especialmente en los albores de su carrera, a los que pertenece esta exótica serie y que la hace más valiosa aún si cabe, confirmando plenamente la afirmación de Haas de que “ la fotografía es un nuevo lenguaje jeroglífico de luz y tiempo” y de que “ la dimensión del tiempo tiene un marco propio que ayuda a crear historias con la cámara fotográfica”.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

© Ernst Haas / Magnum Photos.

JEAN MARQUIS
10 fotografías pertenecientes al reportaje que hizo en Hungría en 1954:
- “ Soldado junto a mujeres”. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “Ruinas del Puente Isabel”. Budapest (Hungría). 1954
- “ Mujeres con paraguas en Pentecostés”. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “ Niñas haciendo la Primera Comunión en Pentecostés”. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “ Padres junto a sus hijas durante la ceremonia de Primera Comunión” en Pentecostés. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “ Madre arreglando a su hija”. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “ Ancianas bailando al son de la música”. Galgahéviz (Hungría). 1954
- “ Anciano con sombrero llevando botas”. Debrecen (Hungría) . 1954
- “ Caballo en su cuadra junto a su silla y avíos”. Mata (Hungría). 1954
- “ Inválido junto al río Danubio”. Budapest (Hungría). 1954

Marquis comenzó su carrera trabajando como reportero para Pierre Gassmann, fundador y jefe de “Picto”, el primer photo lab europeo, que también hacía algunos trabajos para Magnum. Después, entre 1953 y 1956 Jean Marquis fue miembro de Magnum, haciendo reportajes en la zona del Canal Haute Deüle francés, el Rhin, Hungría, Gran Bretaña y Laponia, realizando también fotografía de escenas para algunas películas.

Cuatro de las fotografías de la serie de Jean Marquis. Interior de Westlicht Gallery. Foto: José Manuel Serrano Esparza.

En 1955 comenzó a trabajar para la revista L´Express y entre 1956 y 1971 colaboró con Time Inc. haciendo reportajes en las guerras de independencia de Marruecos y Argelia, acontecimientos culturales galos, las revoluciones políticas que tuvieron lugar en Francia en 1958 y las manifestaciones estudiantiles de Mayo del 68. Después, llevaría a cabo reportajes fotográficos sobre los más diversos temas para la revista mensual Science et Vie en torno a la industria del acero, las modernas tecnologías, medicina y niños en Senegal, etc.

Un fotógrafo pues muy versátil y experimentado, que en esta serie hecha en Hungría en 1954 muestra el saber hacer de un auténtico profesional.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

La primera fotografía, tomada en Galgahéviz (Hungría), capta una sala con abundantes sillas, en mitad de la cual un soldado está charlando con tres mujeres, una de las cuales mira a la cámara en el momento en que Marquis obtiene la imagen. Magistral el aprovechamiento de la luz natural que entra por la ventana de la derecha, así como la zona de nitidez que se va reduciendo progresivamente desde la silla sobre la que se apoya el militar y la que está justo detrás, hacia el borde inferior del fotograma.

Bello bokeh tanto en las mujeres que se hallan al fondo como en la estatua sobre pedestal que se vislumbra enmarcada por la franja de pared rectangular oscura. Imagen con grano visible y aterciopelado, que en este caso no afecta a la calidad de la imagen, que queda incluso reforzada y con notable sensación de nitidez, gracias a la buena acutancia de la emulsión.

Espléndida copia vintage con notable mantenimiento de detalle tanto en las zonas de altas luces más pronunciadas de las ventanas de la derecha como en los negros más densos de las botas del soldado, piernas de la mujer que está a su derecha y falda de la mujer que se halla también de pie justo delante de él.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la segunda fotografía, tomada junto a las ruinas del Puente Elizabeth de Budapest, vemos a un niño con la mano izquierda apoyada sobre una piedra rectangular caída en el suelo y la derecha sobre una gran puerta de madera derruida. Justo tras él se halla el gran arco de la entrada al edificio donde se halla el muchacho (probablemente una iglesia) y al fondo vemos dos bancos, una zona ajardinada, diversas personas que pasean y el Puente Elizabeth muy deteriorado a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Es una fotografía extraordinaria, con grano bastante visible, similar a un Kodak Tri-X 400 forzado a 800 con un revelador no de grano fino, como el Agfa Rodinal, pero no importa en absoluto: la imagen es bellísima y soberbia la captación de las texturas de la piedra más iluminada del gran arco de la iglesia, el área iluminada de la piedra rectangular que toca el niño con su mano izquierda, así como las zonas de piedra de la base del puente y los ornamentos de su zona superior, sin olvidar el realismo de las zonas metálicas, sobre todo la estructura de hierro de la base.

Copia vintage de élite con trabajo artesano puro y duro de muchas horas hasta alcanzar el resultado deseado, con un grano bastante aparente pero nunca excesivo, una gama tonal muy amplia y detalle exquisito en la textura de la piedra del borde derecho iluminado del gran arco que enmarca al puente tanto en la zona más o menos indemne de su centro y mitad superior como en la zona inferior mellada por disparos de diferente calibre realizados durante la batalla por Budapest entre Diciembre de 1944 y Febrero de 1945.

Admirables los negros de la zona en sombra de la piedra rectangular que toca el niño así como los de su ropa y cabello. Plasmación integral hasta de los más recónditos detalles en los diversos diseños ornamentales que aparecen labrados en la piedra a ambos lados del gran arco, incluso en la zona superior derecha del fotograma con densas sombras. Por su parte, la zona de imagen del fondo, bastante más iluminada, pese al grano evidente, es estéticamente suntuosa y su muy sui generis aspecto evoca por momentos las fotografías de boda Fine Art hechas hoy en día por Jean-Christian Rostagni con Leicas M y película Ilford Delta 3200 disparada a iso 1250 y revelada en X-Tol 1 + 1.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la tercera fotografía, vemos dos chicas ataviadas con traje típico en el día de Pentecostés en Galgahéviz (Hungría). Llevan paraguas grandes y están de pie, quietas en mitad de un camino convertido en barrizal por la lluvia, mirando hacia unas casas próximas, como si estuvieran esperando a alguien. Imagen en formato vertical con gran profundidad de campo, cuyos planos de nitidez alcanzan hasta las personas que se aprecian al fondo entre la arboleda.

Enormemente fidedigna la traducción del lodo y el agua encharcada, sin olvidar la bella composición enmarcada por el árbol que ocupa el extremo inferior izquierda del fotograma. Marquis capta un momento cotidiano transformado en insólito, ya que ambas chicas van vestidas exactamente igual, se hallan mirando en la misma dirección y las dos sujetan su paraguas con la mano izquierda.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

La siguiente fotografía, tomada en el interior de una iglesia con muy bajas condiciones de luminosidad, muestra a varias niñas sentadas en un banco durante la ceremonia de su Primera Comunión en Galgahéviz (Hungría). Es una imagen soberbia, en la que Jean Marquis abre el diafragma al máximo, pone el foco en la segunda niña empezando por la izquierda y dispara a una velocidad de obturación bastante baja. Tanto la primera niña que ocupa el extremo izquierdo del fotograma como la del centro y las cuatro restantes, van apareciendo desenfocadas in crescendo, ya que la profundidad de campo se va reduciendo paulatinamente de izquierda a derecha.

Bellísima fotografía en la que la muy tenue iluminación realza el grano, sobre todo en los rostros fuera de foco de las niñas de la derecha, pero no importa. Bokeh de ensueño tras las niñas, tanto en las zonas high key con excelente separación de las altas luces como en los grises medios. Espectacular la plasmación de las texturas y bordado en el traje y tocado de las niñas

© Jean Marquis / Magnum Photos.

La quinta fotografía es realizada durante la celebración de la misma ceremonia que la anterior en Galgahéviz (Hungría), pero esta vez los principales protagonistas son los padres, que participan en el acto sujetando unas grandes velas con soporte metálico. Fotografía fantástica, captada al límite de lo posible, con diafragma abierto al máximo y velocidad de obturación muy baja (probablemente entre 1/8 y 1/15), todo ello a pulso, el biotopo idóneo para su Leica telemétrica, con captación integral de la atmósfera especial que preside el evento.

Marquis consigue transmitir la importancia que los presentes dan a lo que está ocurriendo en esos momentos. La expresión facial de los padres, ligeramente desenfocados, que miran al sacerdote (fuera de imagen) es grave y serena, mientras dos de las niñas que hacen la Comunión (semi de espaldas a la cámara) siguen igualmente con atención la ceremonia.

Con excepción de la niña en el extremo izquierdo del fotograma, prácticamente todo lo demás está leve o totalmente desenfocado, pero el efecto visual es grandioso. Se trata de un bokeh vintage que sublima el grano y todas las luces que se cruzan, especialmente por detrás de los protagonistas. La llama de las velas y su aureola parece como si cobraran vida.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la sexta imagen, vemos a una madre arreglando a su hija en Galgahéviz (Hungría). En la mitad superior derecha del fotograma se aprecia un busto de Stalin flanqueado por tres macetas, así como una niña que cruza caminando por la zona superior izquierda. Excelente la representación de los blancos puros en la ropa de madre e hija, así como los grises medios distribuidos por la mitad inferior de la fotografía, destacando también los negros ricos y profundos que enmarcan a la niña con traje oscuro.

Cobran también especial protagonismo la fidelidad en la textura del busto y sus rasgos faciales y pliegues de la camisa, sin olvidar la precisa plasmación de las vetas de la madera a la izquierda del fotograma.

© Jean Marquis / Magnum Photos.
En la séptima fotografía, tomada en Galgahéviz (Hungría) vemos a dos ancianas bailando bajo un porche, mientras varios hombres con violines y uno con un contrabajo les acompañan con música. La baja velocidad de obturación ha hecho que la falda de ambas mujeres (sobre todo la de la izquierda, cuyos pies aparecen también ligeramente desenfocados) aparezca trémula, aportando sensación motriz.

Copia vintage de alta calidad, en la que hay muy buen detalle tanto en la ropa oscura de hombres y mujeres como en la zona de altas luces del fondo. Admirable detalle en las zonas en sombra del contrabajo y en la textura del metal de las pequeñas vigas metálicas del área superior, así como exquisita plasmación del vidrio de la bombilla.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la octava fotografía, tomada en Debrecen (Hungría), aparece posando para Jean Marquis un anciano con sombrero que acaba de comprar unas botas nuevas e irradia satisfacción, sentimiento que es captado fielmente.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la novena fotografía, tomada en Mata (Hungría), aparece un caballo en su establo, fotografiado desde atrás y con su silla de montar apoyada en un soporte de madera a su izquierda. Toda la escena es iluminada por la luz natural que entra a través de la ventana que se aprecia en la mitad superior derecha del fotograma.

Encomiable el nivel de detalle en la silla de montar, el bordado y textura de su tejido y los negros muy profundos del cuerpo del animal.

© Jean Marquis / Magnum Photos.

En la décima fotografía tomada junto al río Danubio en Budapest, Marquis capta un momento especial, cuando un mutilado de guerra avanza sobre su vehículo especial accionado por la fuerza de sus brazos en dirección hacia la cámara, mientras un militar camina en sentido opuesto. Al fondo se distinguen a una madre que camina con su hija y diversas personas más, unos paseando y otros quietos de pie contemplando el río.

Copia vintage muy equilibrada con plasmación integral de la escala de grises, desde los negros más profundos del uniforme del militar hasta la gran superficie high key de las aguas del Danubio, fuertemente iluminadas por la luz solar.

Es una imagen simbólica constituida por un triángulo vital con tres realidades simultáneas: la del militar que sobrevivió indemne a la Segunda Guerra Mundial, la del mutilado víctima de ella y la de la madre que avanza llevando a su hija de la mano. Sólo han pasado nueve años desde el final del gran conflicto bélico, muy presente todavía en la mente de todos y cuyas consecuencias aún son bastante palpables en 1954, año en que Jean Marquis hace esta serie de fotos en tierras magiares.